Tras traicionar al Sindicato, Hei y Yin huyen de Japón hacia Rusia. Allí conoce a Suou Pavlichenko, una niña de 13 años que se ve envuelta en la guerra y la política de las distintas facciones y contratistas que compiten por el poder. Mientras tanto, la Puerta del Infierno se mantiene en pie en Tokio tras el gran esfuerzo de Hei para evitar su desaparición. Aunque no corren peligro que los contratista desaparezcan, esto no evita que contratistas antiguos y nuevos abusen de sus poderes. Misaki Kirihara y su equipo de la Oficina de Seguridad Pública tienen cada vez más casos de contratista, además ella también tiene que mantener a raya el Sindicato, que tiene muchas influencias en la policía japonesa y en los servicios de inteligencias.